Fundada en las enseñanzas de Jesucristo y por la dirección del Espíritu Santo, la Clínica Familiar Adventista es un centro médico sin fines de lucro y de caridad, dedicado a brindar atención médica gratuita, accesible y de calidad a individuos y familias. Comprometida con la curación centrada en Cristo, la clínica proporciona atención médica compasiva a los necesitados, asegurándose de que las dificultades económicas nunca sean una barrera para el bienestar. Con la misión de reflejar el amor de Dios a través del servicio, la clínica promueve la salud física, mental y espiritual de toda la comunidad.

Hola, mi nombre es Víctor. Soy el fundador y director médico de la Clínica Familiar Adventista, un centro médico sin fines de lucro ubicado en El Paso, Texas, y una clínica hermana en Ciudad Juárez, Chihuahua, México.

Nuestra clínica está reconocida por el Servicio de Impuestos Internos (IRS) como una organización de caridad, sin fines de lucro, y nuestra misión, según lo establecido en nuestros estatutos de incorporación, es:

1. Brindar atención médica gratuita a personas indigentes y familias necesitadas de tratamiento.
2. Servir a los enfermos y desamparados con compasión y dignidad.
3. Ofrecer alivio y consuelo a los que sufren, alimentar al hambriento, dar agua al sediento y vestir a los necesitados.
4. Educar, aconsejar y apoyar a las personas en necesidad, al mismo tiempo que promovemos, establecemos y sostenemos iglesias, escuelas cristianas e iniciativas religiosas afines.

Nuestro Método de Trabajo: El Método de Cristo

Esta obra fue establecida en obediencia a los mandamientos del Señor Jesucristo, y sus orígenes son los siguientes:

En el verano de 2003, poco después de hacer el pago final de la hipoteca de nuestra casa, me senté en la barra de la cocina para reflexionar y contar las innumerables bendiciones que Dios me había otorgado. Al observar a mi alrededor, me sentí abrumado por la abundancia que tenía ante mí; Su provisión había sido extraordinaria.

En oración, hablé con el Señor:

“Me has dado mucho más de lo que alguna vez pedí, más de lo que podría haber esperado. Conociendo Tu amor infinito, Tu poder y generosidad, estoy seguro de que Tus bendiciones seguirán sosteniéndome por el resto de mis días. Pero, Señor, no necesito tanto. Nunca podría gastarlo todo ni usarlo plenamente. ¿Cuál es Tu voluntad para mí? ¿Qué quieres que haga con todo lo que me has confiado?”

Tenía mi Biblia a mi lado y le pedí a Dios que me hablara. Al abrir las Escrituras, mis ojos cayeron sobre el Salmo 41:1:

“Bienaventurado el que piensa en el pobre; En el día malo lo librará Jehová.”

Las primeras siete palabras fueron la respuesta que había estado buscando: “Bienaventurado el que piensa en el pobre.”

Entonces pregunté: “Señor, ¿Cómo debo hacer esto?”

Inmediatamente, la respuesta vino a mi mente: ¡Con el Método de Cristo!

Fortalecido por las promesas del Señor Jesús en Su Palabra y con la profunda convicción de que el Espíritu Santo me guiaba—concediéndome sabiduría y entendimiento—me comprometí a planear cómo cumplir este llamado.

Este ministerio tenía que ser integral, reflejando el ejemplo de Jesús en Su misión terrenal. Así nació la La Clínica Familiar Adventista, un lugar donde se lleva a cabo la obra de enseñar, sanar y predicar.

Aquí, los pobres y las viudas reciben atención, los hambrientos son alimentados, los sedientos reciben agua, el extranjero es bienvenido y los desnudos son vestidos. Pero, sobre todo, compartimos el mayor regalo de todos: el camino de la salvación, la senda al cielo y la promesa de la vida eterna.

El Método de Cristo es claro:

1. Se acercó a las personas para hacerles el bien.
2. Les mostró simpatía.
3. Suplio sus necesidades.
4. Ganó su confianza.
5. Luego, les dijo: “Sígueme.”

En la Clínica Familiar Adventista, seguimos este mismo método. Como instrumentos en Sus manos, Dios nos usa como canales para continuar ejerciendo Su ministerio de curación. Cuidamos a las personas con amor y compasión, y luego, Jesús mismo extiende Su invitación para que lo sigan, con el propósito de salvarlas, guiarlas al cielo y concederles la vida eterna.

Es a través de La Clínica Familiar Adventista y muchas otras instituciones similares que Cristo continúa ejerciendo Su ministerio de sanación y atención médica en estos tiempos modernos.

La Clínica Familiar Adventista es una organización sin fines de lucro, basada en la fe, dedicada a servir a los necesitados con compasión y dignidad. Fundada en los principios del amor de Cristo, brindamos atención médica gratuita a poblaciones desatendidas, alimentamos a los hambrientos, vestimos a los desamparados, damos refugio a personas sin hogar y apoyamos la construcción de nuevos lugares de culto. Más allá de suplir las necesidades físicas, nos esforzamos por educar y empoderar a las comunidades, predicar el Evangelio de Jesucristo y guiar a las personas hacia la sanación espiritual y la salvación. Nuestra misión es ser un faro de esperanza, reflejando la gracia de Dios a través de actos de servicio y transformando vidas al atender tanto las necesidades físicas como espirituales, guiando a las personas a Cristo para que sean transformadas en hijos de Dios por el Espíritu Santo.